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lunes, 6 de diciembre de 2010

Introduccion

Es indudable que las ideas de Rogers han tenido una gran influencia desde la década de los cincuenta y hasta nuestros días en diversos campos. Sus conceptos y métodos se han difundido en áreas como la psicología, la medicina, la industria y, desde luego, la educación. Conceptos como "vivir auténticamente", "persona de funcionamiento cabal", "respeto a la persona", "no directividad", "crecer", "autorrealización", etc., son parte ya de un lenguaje común en empresas y escuelas.

Biografia de Carls Rogers

Carl Ranson Rogers nació en 1902 en Oak Park, Illinois en el seno de una familia profundamente religiosa, con fuertes convicciones protestantes. Fue el cuarto de seis hijos. Cuenta Rogers que su niñez transcurrió en una atmósfera ética y religiosa muy estricta e intransigente, además de solitaria (ROGERS, Carl R. 1983: 17-18).
Se inscribió en la Universidad de Wisconsin para estudiar agricultura, pero, impresionado por una conferencia religiosa se sintió atraído por este tipo de vida, por lo que ingresó al Union Theological Seminary.
Durante el tercer año de bachillerato fue seleccionado como uno de los doce estudiantes estadounidenses que habrían de asistir como delegados de su país al Congreso de la Federación Cristiana Mundial en China. A este congreso sigue una gira por toda la China occidental en la que dictó charlas sobre temas religiosos. Esta experiencia, que duró seis meses, le hace caer en cuenta que hay diferencias importantes entre su religión y las demás. Como consecuencia de ello rompió con la doctrina de sus padres.
De allí salió para estudiar psicología clínica en Columbia, donde recibió su doctorado en 1928, y un doctorado en filosofía en 1931.
A partir de 1940 se dio un cambió radical en su vida, luego que aceptó una cátedra de psicología en la Universidad Estatal de Ohio. Es en este lugar donde empieza a desarrollar sus ideas acerca de la psicoterapia.
En 1945 se cambia a la Universidad de Chicago, donde siguió dando clases de psicología y dirigió un centro de asesoramiento. Durante este tiempo fue que escribió uno de sus principales libros: "Client-centred terapy: its current practice, implications and theory". También durante este período empezó a esbozar su teoría de la personalidad.
Para 1957 se fue a la Universidad de Wisconsin para desempeñar dos puestos: el de profesor de psicología y de psiquiatría.
En 1964 asun-dó un puesto como miembro residente del Western Behavioral Sciences Institute en La jolla, California. Allí mismo fue fundador del Centro de Estudios para la Persona, donde trabajó hasta su muerte.
Rogers aplicó sus teorías a una amplia variedad de situaciones. Durante muchos años trabajó en terapia y asesoría individual. También aplicó sus conceptos y métodos a la vida familiar, a la educación y al aprendizaje, a los procesos grupales, y en la última etapa de su vida dedicó buena parte de su tiempo a los "grupos de encuentro".
Recibió el premio por la" Contribución Científica Distinguida" (1956) y el premio por "Desempeño Profesional" (1968) de la Asociación Psicológica Americana.Visitó frecuentemente México, especialmente Taxco, en donde vacacionaba regularmente.
Murió en La Jolla, Califomia el 4 de Febrero de 1987. Por más de cuatro décadas fue la figura central de la corriente llamada psicología humanista, difundida principalmente en Estados Unidos y en México.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Libros de Carls Rogers

Acontinuacion se presentaran una serie de libros para facilitar tu busqueda y profundizar sobre algunas de las teorias mas destacadas de Carls Rogers.









Video

http://www.youtube.com/watch?v=ebjSY0rZuW4
Terapia centrada en el Cliente
(Carl Rogers)
Se puede llegar a ubicar a Rogers como escuela de psicología, pero es muy difícil encuadrarlo, porque esta sería una escuela basada en la práctica. Esta teoría a cobrado diferentes maneras de llamarla: “La inspiración no directiva” “psicoterapia centrada en el cliente” “psicoterapia de persona a persona”.
Rogers llama cliente y no paciente a los que lo consultaban porque paciente evocaría una dependencia y pasividad. Describe la personalidad como una congruencia entre el campo fenoménico de la experiencia y la estructura conceptual de sí mismo.

Fundamentos
La psicoterapia centrada en el cliente es una teoría psicológica aplicada en el trabajo terapéutico con personas en busca de ayuda psicológica. Ha sido creada por el psicológo norteamericano y profesor de psicología Carl Rogers (1902 - 1987). Como se decía, implica un "enfoque" que enmarca el proceso psicoterapéutico, más allá de ser una mera "técnica". Por ejemplo, según aseguraba el propio autor en el citado libro, el proceso psicoterapéutico fallaría si fuera aplicado como una técnica, ya toda acción terapéutica surge de unas determinadas actitudes reales por parte del psicoterapeuta (de ahí denominarlo "enfoque").
Como técnica psicoterapeútica es uno de los métodos más investigados a nivel científico desde entonces y ha dado sus pruebas de eficacia. Las investigaciones científicas y universitarias en muchas partes del mundo permitieron también el desarrollo sistemático de esta orientación psicoterapeutica.
La psicoterapia centrada en el cliente suele ser la base de la formación profesional de los counselors. También forma parte de la formación curricular básica de los psicólogos, ya que es una forma de psicoterapia, permite establecer una relación psicoterapéutica y enmarca conceptos fundamentales como el sí-mismo.

Cliente en oposición a paciente

Para muchos el uso del término cliente puede resultar chocante y contrario al espíritu de la psicología humanista. El motivo de abandonar el término paciente viene dado por la connotación del vocablo, relacionado con la patología, lo cual implica una relación asimétrica en donde el enfermo busca la ayuda de un superior, el terapeuta o sanador. La contrapropuesta es que no existe tal cosa como la enfermedad mental, sino formas disfuncionales de vivir.
El solicitante de un servicio o proceso psicoterapéutico toma así el término cliente, ya que es una persona activa en la solución de su problema y, como parte de esa búsqueda activa, ha decidido iniciar este proceso psicoterapéutico. Dentro de la relación terapéutica, cliente y psicoterapeuta tienen por tanto el mismo "estatus", de modo que el cliente es totalmente libre para dirigir por medio de la psicoterapia su propio camino de desarrollo personal.
 El proceso terapéutico
Según Rogers, el cliente es el que lleva el peso de la terapia (auto-directividad) y no el terapeuta. Sin embargo, el terapeuta tiene que ofrecer al cliente una relación que se define por tres condiciones necesarias y suficientes para lograr el éxito de la misma. Las tres primeras características o condiciones son Empatía, Aceptación positiva incondicional y Autenticidad o Congruencia.[1] Todo el proceso de la psicoterapia puede traducirse como la actitud del psicoterapeuta en una profunda creencia de respeto y aceptación del cliente y de sus propias capacidades para el cambio: de este modo, todo lo que se hace en la psicoterapia (si entendemos esta como una escuela o enfoque, de la que surgen técnicas o estrategias) es la instrumentalización de esa actitud. Desde el uso del silencio a la empatía, vienen a trasmitir este mensaje implícito.
Estas tres condiciones relacionales mencionadas son llamadas actitudes de base:
  1. La aceptación y consideración incondicionalmente positiva de la persona en búsqueda de ayuda. Se acepta sin condición alguna la manera en que ella está dispuesta a revelarse y demostrarse en la relación frente al terapeuta.
  2. La empatía centrada en la persona sufriente. Es la capacidad del terapeuta de entrar en el mundo del cliente y de comprender con exactitud sus vivencias como si el terapeuta fuese el otro. Esta comprensión empática facilita la concientización, favorece el acompañamiento terapéutico y promueve el desarrollo personal.
  3. La autenticidad del terapeuta permite a menudo un diálogo sincero y constructivo directo entre el terapeuta y el cliente. El terapeuta sigue siendo un experto, pero él se comunica también como ser humano al servicio del cliente sufriente.
La relación centrada en el cliente se define además por un mínimo de contacto establecido entre el cliente y el terapeuta (4), el cliente debe estar en un estado de incongruencia (5) y por último, el cliente debe, de una manera u otra, darse cuenta de la presencia del terapeuta y de la relación ofrecida (lo que, a veces, no ocurre, por ejemplo en caso de una psicosis aguda).
Una relación definida por las actitudes de base genera una multitud de interacciones terapéuticas cada vez más adaptadas a la relación con el cliente, a su persona y situación particular, favoreciendo la capacidad natural e inherente en cada persona de poder desarrollarse de manera constructiva (tendencia natural de cada persona a su auto-actualización, es decir a desarrollarse y madurar).